Puedes combinar flores naturales, ramas, frutos secos, hojas secas, piñas, estrellas y velas. Obtendrás centros de mesa inspiradores que traerán la remembranza de bosques encantados y viejos cuentos de hadas.
La luz de las velas da vida a estos centros de mesa.
Por ejemplo:
Rociar algunas hojas y frutos secos con spray cobrizo
Colocar en la cáscara de medio coco (o en un cuenco de hilo sisal) un set de hojas de galax, nueves y avellanas previamente rociadas o pintadas de dorado, con una rosa de color rosa pálido.
Conseguir unas macetitas pequeñas de aluminio o cualquier otro metal, colocarle musgo verde para rellenar, unas velas finas largas, dos ramas finas largas paradas, unas pequeñas bayas artificiales y un poco de spra dorado para rociar en todo el adorno a modo de brillo lejano.
Hacer unas canastitas de papel madera arrugado, atarlas con cinta bebé de color dorado, y colocar rosas de color blanco o rosa pálido. Introducir unas pequeñas ramas, finas y largas, alternadas entre las rosas para darle un toque arbóreo.
Consigue un recipiente metálico rectangular largo, coloca cuatro recipientes cuadrados dentro. En cada uno de ellos colocarás distintos objetos. En el primero puedes colocar rosas bebé en color crudo o blanco. En otro puedes colocar barras de canela. En otro hojas de galax secas. En otro piienta y bolitas de adorno. Todos los objetos deberán ser previamente rociados con spray de cobre. Las combinaciones pueden ser múltiples, solo depende de tu originalidad y tu propia imaginación.
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