lunes, 1 de octubre de 2012

Una cocina colonial


Si tienes una cocina amplia y quieres darle un toque colonial, lée este artículo sin dudarlo un instante.

En principio, el primer cambio a incorporar en esta cocina es el piso. Cambia tus viejos mosaicos, por mosaicos de estilo calcáreo. Puedes combinarlos en blanco y azul, en blanco y ocre, o el color que tú prefieras y consideres que mejor combinará con la madera de tus muebles de cocina. Estos pisos son fantásticos por su alto rendimiento y su bajo mantenimiento. Se curan con jabón blanco al principio y luego se mantienen simplemente pasando un trapo húmedo para su higienización.

Para el techo, si es plano, puedes colocarle unas vigas de madera apoyadas sobre él a modo de decoración. Cuanto más rústicas y menos uniformes sean, muchísimo mejor, ya que le darán una sensación de estilo antiguo y a la vez sencillo. Si habías elegido una combinación de pisos en blanco y ocre, por ejemplo, pinta el techo de blanco y las vigas del mismo ocre que el piso. Dará una sensación de coherencia en el estilo.

Todos los detalles llevarán este ocre, y darán una armoniosidad que pocas casas y cocinas tendrán. Deja que el blanco inunde la cocina en azulejos, aberturas y muebles, incluso las puertas si te animas. Pero los detalles no te olvides de marcarlos en ocre. Cuanto más contraste, más estilo colonial lograrás. Así se hacía en aquellas épocas. Si tienes una puerta de cocina con dos o tres paños, mejor. Deja los bordes en blanco y los paños en color. Los bordes de muebles y tirantes también pueden ser pintados. Si tienes una campana, píntala con pintura antióxido blanca y dibuja algún ícono que mejor te represente en ocre. También puedes jugar con otros diseños en las paredes donde tengas más espacio, creando figuras geométricas, o juegos de azulejados. Pero siempre siguiendo la línea de colores que hayas elegido.

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