Si tienes
una cocina amplia y quieres darle un toque colonial, lée este
artículo sin dudarlo un instante.
En
principio, el primer cambio a incorporar en esta cocina es el piso.
Cambia tus viejos mosaicos, por mosaicos de estilo calcáreo. Puedes
combinarlos en blanco y azul, en blanco y ocre, o el color que tú
prefieras y consideres que mejor combinará con la madera de tus
muebles de cocina. Estos pisos son fantásticos por su alto
rendimiento y su bajo mantenimiento. Se curan con jabón blanco al
principio y luego se mantienen simplemente pasando un trapo húmedo
para su higienización.
Para el
techo, si es plano, puedes colocarle unas vigas de madera apoyadas
sobre él a modo de decoración. Cuanto más rústicas y menos
uniformes sean, muchísimo mejor, ya que le darán una sensación de
estilo antiguo y a la vez sencillo. Si habías elegido una
combinación de pisos en blanco y ocre, por ejemplo, pinta el techo
de blanco y las vigas del mismo ocre que el piso. Dará una sensación
de coherencia en el estilo.
Todos los
detalles llevarán este ocre, y darán una armoniosidad que pocas
casas y cocinas tendrán. Deja que el blanco inunde la cocina en
azulejos, aberturas y muebles, incluso las puertas si te animas. Pero
los detalles no te olvides de marcarlos en ocre. Cuanto más
contraste, más estilo colonial lograrás. Así se hacía en aquellas
épocas. Si tienes una puerta de cocina con dos o tres paños, mejor.
Deja los bordes en blanco y los paños en color. Los bordes de
muebles y tirantes también pueden ser pintados. Si tienes una
campana, píntala con pintura antióxido blanca y dibuja algún ícono
que mejor te represente en ocre. También puedes jugar con otros
diseños en las paredes donde tengas más espacio, creando figuras
geométricas, o juegos de azulejados. Pero siempre siguiendo la línea
de colores que hayas elegido.
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