Las zonas de paso de la casa deben cuidarse tanto práctica como decorativamente. Estas zonas son usualmente dejadas de lado, pero su situación estratégica debe ser tenida en cuenta. Recibidor y pasillo deben ser vestidos para llevar a las personas a seguir caminando. El objetivo es que nos guíen y nos llamen la atención hacia nuevos ambientes.
La entrada principal es el ambiente que va a recibir a la gente que nos visite y también a nosotros mismos cuando lleguemos a casa. Si queremos tener esa sensación de bienvenida y acogimiento, es importante no dejarlo de lado.
Lo primero que se debe garantizar en un recibidor es que haya espacio para circular. Por eso, si no tiene mucho espacio, quita muebles superfluos que entorpezcan el camino. Busca soluciones ligeras.
Aprovecha siempre, en todo momento, la luz natural de la casa. Si la puerta de entrada o de paso es acristalada o posee espejos que reflejen la luz, esto será clave, así como también tener ventanas poco vestidas.
Los colores claros deben ser los elegidos, especialmente de acabado satinado, para dar un efecto de espejo también.
Si hay espacio, disponer de un perchero de pie o de pared te será de gran utilidad en recibidores pequeños. Si dispones de más metros, lo mejor es un ropero a medida que te dará un espacio de almacén extra.
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